lunes, 17 de diciembre de 2012

Riesgo

Es mejor amar y poner en riesgo la propia vida que vivir en la calma resignación de no sentir nada.

Pelear por lo que se cree, hasta la última sangre. Y vivir la vida completa, con sus alegrías y sus dolores, con los entusiasmos y los miedos, con la plenitud y con el vacío, tanteando en la oscuridad hasta que la luz aparezca.

Uno está vivo, y la vida es riesgo. Y hay que amar la vida completa. Amar el mientras tanto.

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